Ingredientes
½ taza de semillas de chia
½ taza de agua
½ taza de manteca de coco (líquida)
½ taza de sirope de ágave
1/3 de taza de cacao (100%) en polvo
Pizca de sal
Extracto de vainilla, 1/2 c.p.
Una cucharada sopera de té matcha en polvo o jengibre en polvo o cacao en polvo (opcional)
Elaboración
Precalentamos el horno a 160ºC.
Disolvemos la chia en el agua y la dejamos reposar unos 10 min. hasta conseguir una textura gelatinosa.
Mientras, en otro bol mezclamos el resto de ingredientes: la manteca de coco pastosa o líquida (no caliente), el sirope de ágave, el cacao, sal y la vainilla. Remover bien. Añadir la chía una vez transcurrido el tiempo de hidratación y mezclar con ayuda de una cuchara hasta obtener una mezcla homogénea. Repartir la masa en 6 moldes redondos de cupcake o en un molde pequeño cuadrado de 20×20 cm.
En este punto, se puede optar por dos opciones, la decisión es tuya:
a) Hornear durante 40-50 minutos. Por dentro te quedará con una textura un poco pegajosa, tipo brownie ¡delicioso! aunque en este caso dejaremos de ingerir las propiedades de la chía, ya que a 160º los omegas de la chía quedan destruidos.
b) Dejar en la nevera, en este caso quedará como un flan, denso de cacao, y un alimento muy contundente para merienda o desayuno, con todas las propiedades de la chía.
Si se desea puede espolvorearse con té matcha en polvo o con jengibre en polvo o con cacao en polvo.
En caso de querer aprovechar y hacerlo para Pascua, propongo que recortes una plantilla, hecha con ayuda de algún molde que tengais apropiado, y así podréis personalizar vuestra creación.