1. Necesitas una base de fruta troceada previamente congelada. Esto es lo que hay que tener pensado y preparado con antelación. Yo particularmente suelo elaborarlo con plátano, porque es dulce, cremoso y además, si se ingiere más tarde de las 17h, nos ayudará a generar melatonina. No obstante, también se podría usar papaya, mango o melocotones, por ejemplo. Es importante usar frutas que tengan cierta consistencia y densidad, porque en caso contrario, tendería a quedarse con textura más bien licuada o granizada una vez helado.
2.Puedes añadirle complementos diversos: cacao para hacerlo de chocolate, otras frutas como frutos rojos o piña (que también recomiendo que estén congeladas), crema de frutos secos (cacahuete, avellana…) o algunas hierbas como hojas de menta. También puedes aprovechar y añadirle algún ingrediente en polvo como té matcha, cúrcuma, café o canela. También la ralladura de cítrico o aceites esenciales comestibles pueden combinar bien. ¡Imaginación al poder!
Únicamente hay que triturarlo todo en un túrmix o vaso batidor y listo para comer. ¡Inigualable!
3. Para una presentación óptima, toppings como frutos secos picados, tahini ligeramente diluido en agua, fruta fresca troceada, coco tostado, virutas de chocolate…
También puede bañarse en chocolate 85% cacao y nibs de cacao, como en la foto.
Que aproveche!