Tendemos a guardar la fruta en la nevera, pero así coge humedad y ésta perjudica el estado general de su aspecto en pocas horas. Actualmente existen envases específicos que hacen el vacío o absorben el etileno (gas que emiten frutas y verduras) y ello ayuda a su conservación.
Es importante guardarla en el sitio indicado del frigorífico.
Nunca mojarla, a menos que sea justo antes de consumirla cuando es conveniente lavarla si se va a comer la piel.
No arrancar el rabillo de los frutos que lo tienen, como las peras. Si se les dan golpes o se presiona fuertemente aparecerán zonas oscurecidas.
Hay frutas como la manzana que en cuanto se corta y el interior entra en contacto con el aire, tarda muy poco en oxidarse y adquirir un aspecto desagradable. Este efecto puede retardarse si se utilizan cuchillos de cerámica, ya que por contra el contacto con el acero acelera el proceso de oxidación.