Aromaterapia para purificar el aire

Los aceites esenciales ofrecen muchas propiedades interesantes para la salud. Una de ellas, su capacidad para deshacerse de mohos y bacterias.

En algunos hospitales de cada vez más países los utilizan como antisépticos naturales.

Estudios que han abordado el impacto de la aromaterapia sobre la proliferación bacteriana han llegado a la conclusión de que, en tan solo 30 minutos, los aceites esenciales son capaces de librar el aire de mohos y bacterias. Y después de 9 horas de difusión el aire quedaría limpio de todo tipo de colonias microbianas.

Es decir, tras un solo un día de difusión en casa podemos respirar un aire puro.

Ahora es buen momento para difundir AE en el hogar

El permanecer encerrado en casa es nefasto para los pulmones. Aconsejan ventilar muy a menudo, pero ahora con el frío no resulta fácil para algunos, sobre todo para personas que tienden a ser más frioleras.

Ventilar bien todas las estancias del hogar es la primera medida, por supuesto, pero el efecto “ventilación abriendo ventanas” no dura más de dos horas. Incluso, dependiendo de dónde se habite, de ese modo podrían entrar el humo de los coches y otros contaminantes.

El aire que respiramos en el interior de una casa además puede estar contaminado por gases de cocina, por dióxido de carbono, por barnices, pinturas, alfombras y también por los posibles detergentes y productos que se usan en la limpieza.

A los virus les encanta el aire contaminado

Por desgracia al coronavirus “le apasiona” el aire interior contaminado.

Una de las formas de purificar el aire en el interior de una casa es utilizar los aceites esenciales (AE) para combatir este problema. Estos luchan contra los efectos inflamatorios gracias a numerosos compuestos activos.

No obstante, dependiendo del difusor que se utilice, pueden alterar la naturaleza de esos AE.

A tener en cuenta a la hora de elegir un difusor

No todos los difusores actúan igual. Algunos cambian las propiedades de los AE. Es el caso de los que emiten calor suave. Es la tecnología más extendida pero también la más ineficaz, dado que el calor puede modificar y oxidar ciertas moléculas activas como el d-limoneno o el linalol.

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