Psyllium (Plantago ovata)

El psylium se cultiva en la india y lleva utilizándose en la medicina ayurvédica desde hace miles de años.

la cascarilla de las semillas de psyllium está compuesta de celulosa que actúa en el intestino como una esponja, dando consistencia a las heces y así estimula el peristaltismo.

El mucílago y la fibra del Psyllium pueden permitir el desplazamiento de las heces en el intestino en caso de estreñimiento. El organismo no asimila esta fibra, por lo que puede usarse como laxante sin riesgo de dependencia o toxicidad.

Es una fuente no calórica de fibras solubles.

Contiene ácido hidroxicítrico que reduce la conversión de hidratos de carbono en grasa, contribuyendo a bloquear la acumulación de grasa no deseada en el organismo. Ayuda a la combustión del exceso de grasa en el hígado. Reduce el apetito por un efecto en el hígado, no en el cerebro como los fármacos superiores del apetito.

No se recomienda en embarazadas ni mujeres lactantes porque podría afectar a la síntesis de hormonas esteroides por su efecto negativo sobre la síntesis del colesterol.

Psyllium se utiliza también en caso de infecciones fúngicas crónicas. El psyllium absorbe los desechos metabólicos de las levaduras en el organismo. Las levaduras producen toxinas que pueden causar reacciones alérgicas. El psyllium absorbe dichas toxinas, calma los tejidos inflamados y promueve el desarrollo de bacterias beneficiosas en el colon. De esta forma puede en ocasiones sustituir fuertes dosis de antibióticos y regímenes drásticos.

Personas que padecen de cándidas, deben de evitar el estreñimiento ya que todas las materias paradas demasiado tiempo en el colon constituyen un campo abonado para el desarrollo de la cándida.

El psyllium es un buen remedio para reducir el tiempo de tránsito intestinal, siempre y cuando se ingiera suficiente agua.

También se utiliza en dietas de adelgazamiento ya que absorbe hasta 8 veces su volumen en agua y tiene un efecto saciante ayudando a evitar comer entre horas.