Cuando tenemos una bajada de defensas, y con la llegada del frío, puede ser que enseguida tengamos tos, irritación de garganta, nariz tapada, mucosidad y un sinfin de malestares variados…
Podemos optar por comprar lo que se ha ido utilizando desde hace años como son paracetamol, antitusivos (muchos de ellos con codeína, que es un derivado de la morfina que puede provocar estreñimiento), ibuprofeno, mucolíticos, o incluso algunos optan por antibióticos que nada pueden hacer para combatir los virus del resfriado y su mal uso nos dejan desprovistos de flora intestinal e indefensos ante otras enfermedades más graves.
Podemos dejar pasar el resfriado e ir desintoxicando el cuerpo poco a poco, pero con ello lo alargaremos en el tiempo, que puede ser pesado, o bien ayudarnos de forma natural con extractos o plantas naturales.
Si crees que ésta última opción es la tuya, te animo a que sigas leyendo para poder ayudarte de forma natural.
Si estás presente en el momento que vas a resfriarte, lo notas y piensas… “Me estoy resfriando”, tienes un intervalo de 1-2 horas para reaccionar antes de que el virus se haya instalado cómodamente en el organismo. Si eres consciente en ese momento, es probable que consumiendo una ciruela umeboshi puedas combatirlo en ese preciso instante. Digo en ese momento, porque no es nada adecuado tomarlo más tarde, ya que podría ser contraproducente y hacer que el resfriado, si ya lo tenemos cogido, se nos convierta en algo más grave.
Si ya estás resfriado…
Si ya estas resfriado puedes ayudarte con vitamina C, extractos de plantas e infusiones según los malestares.
10 recomendaciones:
– Si tienes un estómago que lo tolera, por la mañana en ayunas exprime el zumo de medio limón en un vaso de agua tibia y bébelo con una cañita (de esta forma no dañarás el esmalte de los dientes). Te ayudará a desincrustar y eliminar toxicidad del cuerpo.
– Si precisas un mucolítico, bebe más agua. Te ayudará a expulsar la mucosidad “seca o densa” que retengas en el organismo. También el malvavisco en extracto o en infusión te ayuda a combatir la inflamación de las mucosas, la irritación de las vías respiratorias y alivia la tos seca. Fluidifica las mucosidades, permite expectorar y limpiar los broquios.
– Come arándanos, a ser posible una cajita diariamente. O al menos 20 bayas cada día. Te ayudará a activar la microcirculación, también la de los bronquios. El fruto es rico en vitamina C , hierro, magnesio, fósforo y potasio. Es antioxidante y tiene flavonoides con propiedades fluidificantes. Son muchos los estudios que asocian el consumo de los flavonoides de los arándanos con la reducción de enfermedades cardiovasculares y degenerativas.
– Espino blanco en extracto –más concentrado–, o en infusión –más ligero–, también te ayudará a calmar la tos nerviosa. Es un excelente tranquilizante. Tiene virtudes calmantes para tratar insuficiencias cardíacas y trastornos de ansiedad menores o el insomnio que puede derivarse de ellos. Todo ello combinado con el resto de plantas permitirá aliviar la tos nocturna y favorecer el sueño.
– El eucalipto es fluidificante y antibacteriano. Lo puedes consumir en extracto, infusiones, o utilizarlo en forma de aceite esencial (uso externo sobre la zona del pecho). Desinflama las vías respiratorias de la garganta, de las mucosas de la boca y de los bronquios. Alivia la fiebre y los síntomas del asma. Todo ello gracias al eucaliptol, que impide que las placas de moco queden atrapadas en los alveolos pulmonares favoreciendo la respiración.
– Equinácea: la reina de la gripe. Tiene cualidades terapéuticas muy eficaces con resfriados y gripe. Investigaciones como las publicadas por la revista científica The Lancet demuestran que los remedios herbales de equinácea disminuyen las probabilidades de contraer la gripe en un 85%. Estos estudios también aseguran que ayuda a curar la gripe con mayor rapidez. Su éxito se debe a que la planta estimula la producción de células del sistema inmunológico, dotándole de las armas necesarias para luchar contra virus y bacterias, disminuyendo los síntomas y el tiempo de recuperación en la convalecencia.
– En caso de que te duela la cabeza, coloca unas gota de aceite esencial de menta en las sienes y hazte un ligero masaje con las yemas de los dedos.
– Si estamos hablando de niños pequeños o muy pequeños, hay un remedio “de la abuela” infalible: pelar y cortar una cebolla a trocitos muy pequeños y dejarla en un plato lo más cerca posible de la nariz y boca del niño. Mejor aún si cerramos o dejamos la puerta de la estancia lo más ajustada posible, para que se concentre el olor. Es sumamente efectivo, ¡aunque a la mayoría de adultos cuando entran en la habitación al día siguiente les tumba el olor! Ventaja: ésto, con una buena ventilación, se arregla en pocos minutos.
– Plantas en infusion que te ayudarán: gordolobo (antitusivo), sauce (en vez de aspirina).
– Es importante comprobar siempre la composición de los productos naturales que se adquieran, así como la concentración de los principios activos, además de respetar la dosificación que especifica el fabricante. A veces hay extractos naturales que aparentemente son iguales (de la misma planta) pero su concentración muy diferente. Este parámetro es lo que normalmente hace que el producto sea algo más caro pero también más eficaz.